Mi nombre es Milena, soy de Córdoba y junto a mi marido, Ignacio, empezamos con la idea de emigrar en el 2020 ( en plena pandemia!!) justo cuando Deo (nuestro perro) llegó a nosotros. Siempre decidimos incluirlo en nuestro viaje, es parte de la familia y el miembro más valioso diría (perdón esposo si lees esto). Yo estaba un tanto informada del asunto porque trabaje como tripulante de cabina para una aerolínea internacional un par de años pero la verdad es que había que informase mucho para hacer semejante viaje con un canino de por medio.
Antes que nada averiguamos los requisitos para entrar desde Argentina a Italia con una mascota. Solo piden que la mascota tenga el microchip y la vacuna antirrábica 21 días antes de viajar como mínimo. Asi que buscamos a un veterinario que colocara el microchip y un mes antes de viajar Deo ya tenia el chip y acto seguido la vacuna antirrábica. (Cabe aclarar que Deo ya tenia sus vacunas al día pero el requisito es que una vez colocado el microchip se coloque la antirrábica certificada por SENASA). Con todos nuestros certificados y papeles fuimos a la sede de SENASA en Córdoba, nos pidieron todos los
documentos, nuestros tickets de avión y ya teníamos todo listo para cruzar el charco! Super simple el proceso en SENASA, nos dieron las autorizaciones sin problemas.
Leímos muchos blogs, chusmeamos muchas cuentas en redes sociales que daban información, escuchamos podcasts y preguntamos a algunos conocidos. La primera decisión era elegir mandarlo por cargo o que viajara con nosotros en cabina. Ambos coincidimos que la mejor opción era llevarlo en la cabina asi que nos pusimos manos a la obra para encontrar la aerolínea que más nos convencía. Después de averiguar las conexiones de vuelos, las medidas de la transportadora y los kilos permitidos para mascotas elegimos viajar por Iberia. A nosotros nos cerró mucho porque al no haber vuelos directos a
Italia (gracias pandemia) las conexiones eran las más cortas y la verdad que de todas las aerolíneas era la que mayor tamaño y flexibilidad ofrecía en cuanto a la transportadora. Solo especifican que todos los lados de la transportadora deben sumar 105cm, Deo es un perro salchicha asi que nos vino bien porque pudimos pedir una que cubriera todo su largo y de ancho no necesita mucho pues salchi. Una amiga muy capa nos modifico con mucho amor una que habíamos comprado por Internet y quedo preciosa y súper cómoda para Deo.
Después de decidir vino la hazaña de conseguir un vuelo que tuviera disponibilidad para mascotas en cabina, ya que hay un límite de 3 mascotas por cabina en cada vuelo de Iberia. En primera instancia habíamos sacado vuelo para abril de este año y por todas las restricciones y cancelaciones de vuelo nos reprogramaron dos veces el tramo Buenos Aires – Madrid. El problema era encontrar fechas en las que aun hubiera lugar para llevar a Deo en cabina porque la mayoría ya estaban ocupadas y a último minuto era muy difícil conseguir un lugar. Finalmente, un 29 de mayo nos confirmaron un vuelo y había lugar para Deo en cabina.
Nos fuimos desde Córdoba hasta Buenos Aires en auto. Cuando llegamos a Ezeiza primero pasamos por la oficina de SENASA para corroborar todos los documentos de Deo. En todo momento tuvimos a Deo con correa pero cuando llegamos para hacer el check in nos pidieron que lo pusiéramos en la transportadora. Una vez hecho el check in y pasar por migraciones lo pusimos con la correa otro rato porque le esperaban 13 horas en la transportadora. Durante el vuelo no nos dejaron sacarlo en ningún momento y él durmió todo el viaje prácticamente. Llegamos a Madrid y lo pusimos con la correa nuevamente. Probamos llevarlo al baño para que hiciera sus necesidades pero no quiso hacer nada en el aeropuerto de Barajas. Asique proseguimos a nuestro próximo vuelo Madrid- Roma. En Madrid solo estábamos en tránsito así que no nos pidieron los papeles de Deo y a parte viajábamos ambos tramos con Iberia y ya lo habían controlado en Buenos Aires.
Durante el vuelo Madrid-Roma tampoco lo sacamos de la transportadora pero era un vuelo corto de 3 horas. Un vez que llegamos a Fiumicino pasamos por Aduana y presentamos los papeles de Deo. Super rápido y simple y muy amorosos. Y ya estábamos en Italia! Tratamos de que Deo hiciera sus necesidades pero no había ningún sector verde en el aeropuerto como para llevarlo asi que nos fuimos directamente al hotel para pasar una noche y después continuar viaje hacia nuestro destino final. Nosotros decidimos descansar una noche en Roma porque el viaje ya era muy largo, sabíamos que Deo iba a estar súper cansado y no iba a hacer ni pis ni casa en todo el viaje. Asi que nos relajamos un día en Roma, desde que pisamos Italia nos dimos cuenta lo pet friendly que era. En el taxi, restaurants, el hotel todos super amorosos y aceptaban a Deo como algo normal. Les parecía extraño que preguntábamos si aceptaban mascotas.
Después de recorrer la bella Roma y descansar nuestros cuerpos con jetlag nos tomamos el tren hacia el puerto para cruzar desde Lazio a Sardegna en ferry. En la estación de trenes nos explicaron que había dos opciones de ticket para Deo. Una gratis en la que debía estar en la transportadora y otra que pagando podía ir solo con la correa upa de nosotros, asi que decidimos pagar y tenerlo con correa ¿Por qué elegimos el ferry y no un avión? Primero porque todas las aerolíneas que operaban ese tramo o no permitían mascotas en cabina o permitían pero la transportadora era muy chica para el tamaño de Deo, y segundo porque en el Ferry podes llevar al perro con correa y podes caminar con el y hasta tiene un area designada para pet relief. Asi que después de 7 horas en ferry, de las cuales Deo durmió 6 creo, habíamos llegado a destino! SARDEGNA!
Gracias Mile y Deo!
Instagram: @deo_elsalchicha
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