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Les comparto la experiencia de Lucía y Pelu viajando desde Argentina hacia España:
Viajando con un señor mayor del Interior.
Hola! Soy Lucía de Tucumán, Argentina, viviendo en Barcelona desde hace casi dos meses, y vengo a contarles un poco como hice para mudarme con mi pareja y Pelu, mi gato.
A fines del 2019 decidí que quería mudar de país y de continente, y obvio que mi gathijo iba a ser parte del plan, entonces empecé a averiguar los requisitos y pasos que había que seguir para poder viajar con él.
Pelu, Pelusx (sin género pues cuando me lo traje a casa me dijeron que era una niña y así fue que le pusimos no una sino DOS dosis de anticonceptivos, hasta que dos años después me di con la ‘sorpresita’ entre sus patitas) con sus 14 años se atravesó un océano y se la recontra bancó.
El plan inicial era viajar en septiembre 2020, pero pandemia en el medio, hizo que atrasemos el viaje para mediados de noviembre. Por marzo entonces empecé con toda la búsqueda información, empezando por SENASA para saber bien qué era lo que había que hacer y hacerlo con tiempo (fundamental). Esta info la pueden conseguir a través de internet o si no, llegarse por la oficina que haya en su provincia.
Lo primero que hice fue colocarle el chip a fines de julio y también hicimos un chequeo anual para quedarnos tranquilos de que estaba todo OK y que iba a poder viajar. A principios de octubre le colocamos la vacuna antirrábica (debe ser colocada al menos 21 días antes del viaje y después de haber colocado el chip), desparasitación por las dudas (porque soy muy obse) y listo.
El siguiente paso fue buscar un transportín adecuado que cumpla con las políticas y requisitos de la aerolínea y darle tiempo a Pelu para que se acostumbre, que no fue problema porque lo terminó amando (hasta que viajó, obvio).
Cuatro días antes del viaje, fui a la vete para el certificado de salud y después al SENASA de mi región para hacer todos los papeles del viaje. Consejo, cuando vayan a su vete para hacer los certificados corroboren bien que sus datos estén bien (a mi me pasó que en el certificado de buena salud mi nombre no estaba bien y me di cuenta recién cuando fui al SENASA, pero por suerte fui con unos días de anticipación por las dudas). Entregué todos los papeles originales y copias, y pagué las tasas con tarjeta de débito; el trámite me habrá demorado unos 30 minutos si vas con todo listo y no hizo falta llevarlo a Pelu. Con los papeles sellados y los formularios que me dieron, ya estábamos listos para viajar.
Unos días previos al viaje, mi vete de confianza me recomendó darle Ohm Felino, que es básicamente valeriana, algo natural. Por cualquier cosa del mundo, no los seden, porque su cabeza sigue activa al 100% y no pueden controlar su cuerpo y eso los estresa MUCHÍSIMO más que lo que puede ser en realidad. Pelu tomó 3 dosis y después decidió que no le gustaba más, así que no le seguí dando, entonces el día previo y el mismo día de viaje no tomó absolutamente nada.
Salimos desde Tucumán rumbo a Buenos Aires, en avión. Unas tres semanas antes reprogramamos nuestro vuelo de cabotaje y también reservamos el lugar en cabina (importantísimo) y el pago de su pasaje lo hicimos en ese momento con tarjeta. Cuando llegamos al aeropuerto en el check-in al despachar las valijas, nos hicieron pesarlo y corroborar que el canil era flexible por cualquier cosa (era un pelín grande), también me pidieron el certificado de la vacuna antirrábica y su pasaje.
Una vez arriba del avión lo ubiqué debajo del asiento de adelante para el despegue pero una vez que ya estábamos en el aire y se podía, lo llevé encima de mis piernas, el adentro del canil obvio, porque se alteró muchísimo.
Hicimos una noche en un hotel en Ezeiza, donde aceptaban mascotas y la verdad que yo iba con bastante miedo de cómo se iba a adaptar esa noche en la habitación, preparé en el baño su litera con piedritas que me llevé en la valija y su comida húmeda en sobres cerrados. Cuando entramos al baño, quiso salir por toda la habitación a investigar así que lo dejé y ya nos relajamos los tres, Pelu durmió en la cama con nosotros sin ningún drama.
Al día siguiente el vuelo salía a las 14h, por lo que dejamos el hotel a las 10 y hasta esa hora le di de comer por última vez.
Cuando llegamos al aeropuerto, pasamos por el SENASA nuevamente para que nos terminen de sellar y poder hacer el check-in para el vuelo a España. Despachamos valijas y sólo nos pidieron los papeles de él y nada más.
Cuando subimos al avión, que iba bastante vacío por suerte, lo puse en el asiento del medio mirándome a mi, eso sí, a donde sea que íbamos trataba de ubicarlo de alguna manera en que pueda verme. Para el despegue fue un poco la misma historia que en el vuelo anterior, empezó a estresarse mucho, y yo sé que no se podía, pero le abrí el canil y se tranquilizó completamente. Algunxs azafatxs pasaron, nos vieron pero no nos dijeron nada porque él iba muy tranquilo la verdad, iba durmiendo en mis piernas, hasta que una azafata pasó y pidió que lo guarde, pero por detrás vino otra y le dijo que si se
estaba portando bien que estaba bien así, lo que sí me sugirió después es que trate de taparme con alguna manta para que nadie lo note así que así hicimos, el viajo el 90% del vuelo en mis piernas acostado. Detalle, yo lo tenía con pechera y correa por las dudas todo el tiempo. Sé que no es normal que dejen viajar con el animal suelto y sé que tuve mucha suerte con eso así que, si el bicho está muy MUY estresado como fue mi caso, pueden consultar, siempre y cuando se quede quietx con ustedes.
Así llegamos a Madrid, nos quedaba un trasbordo más, el último vuelo, que por suerte, era más corto. En ese vuelo también teníamos un asiento a la par nuestra vacío así que lo puse ahí adentro de su canil, ajustado con los cinturones de seguridad. Gracias al universo, fue el vuelo más tranquilo de todos para él, no se estresó para nada. O le ganó el cansancio o ya estaba recontra podrido.
Cuando llegamos al dpto en Barcelona, también pensé en hacer el reconocimiento del lugar progresivamente, pero él otra vez quiso salir a investigar por sí mismo, así que lo dejé. Con esto también creo que hay que ser cuidadosos e ir viendo qué es lo que quiere el bicho y prestarle mucha atención.
Al mes y medio de instalados, tocaba la mudanza “definitiva” a otro dpto, nos trasladamos en transporte público, él adentro de su canil siempre y al llegar fue la misma historia, él sólo quiso salir a investigar el territorio, a su tiempo.
Nosotros estamos hace casi dos meses en España, todavía no hicimos el pasaporte europeo de él porque estamos esperando a estabilizarnos (nosotros y él fundamentalmente) y que él se acostumbre a su nuevo hogar. Todo esto es un proceso que lleva mucha MUCHA paciencia y tiempo.. sobre todo, a los tiempos del bicho, y que les juro vale la pena! 🙂
Gracias Lucía y Pelu!
Instagram: @_lurogel
Traveling with an older man from the Argentina’s province, Tucumán.
Hello! I am Lucía from Tucumán, Argentina, living in Barcelona for almost two months, and I come to tell you a little about how I did to move in with my partner and Pelu, my cat.
At the end of 2019 I decided that I wanted to change country and continent, and obviously my “catson” was going to be part of the plan, so I started to find out the requirements and steps that to continue to travel with him.
Pelu, Pelusx (no gender because when I brought it home they told me it was a girl and so it was that we gave her not one but TWO doses of contraceptives, until two years later I found the ‘surprise’ between his paws) with his 14 years he went through a ocean and it was re-banked.
The initial plan was to travel in September 2020, but a pandemic in between, made let’s delay the trip to mid-November. By March then I started with all the search for information, starting with SENASA to know well what was to do and do it with time (essential). This info can be obtained through Internet or if not, reach the office in your province.
The first thing I did was put the chip on it at the end of July and we also did a check annual to be reassured that everything was OK and that he was going to be able to travel. In early October we give him the rabies vaccine (it must be given at least 21 days before the trip and after having placed the chip), deworming by the doubts (because I am very organized) and ready.
The next step was to find a suitable carrier that complies with the policies and requirements of the airline and give Pelu time to get used to it, which was not problem because he ended up loving him (until he traveled, obviously) Four days before the trip, I went to the vet for the health certificate and then to the
SENASA from my region to do all the travel papers. Tip, when you go to its go to make the certificates corroborate well that your data is good (to me it happened that in the certificate of good health my name was not correct and I realized
only when I went to SENASA, but luckily I went a few days in advance for the Doubts). I delivered all the original papers and copies, and paid the fees by credit card. debit; the process will have taken me about 30 minutes if you go with everything ready and did not need to take him to Pelu. With the stamped papers and the forms they gave me, now we were ready to travel.
A few days before the trip, my trusted friend recommended that I give him “Ohm Felino”, which it’s basically valerian, something natural. For anything in the world, do not sedate them, because their head is still 100% active and they cannot control her body and that stresses MUCH more than it can be in reality. Pelu took 3 doses and later he decided he didn’t like it anymore, so I didn’t keep giving him, then the day Previously and on the same day of travel, he took absolutely nothing.
We left from Tucumán to Buenos Aires, by plane. About three weeks before we reschedule our domestic flight and also reserve the place in the cabin (very important) and the payment of your ticket we did at that time with a card. When
we arrived at the airport at check-in to dispatch the bags, they made us weigh it and corroborate that the kennel was flexible for anything (it was a tad big), I also they asked for the rabies vaccination certificate and his ticket.
Once on the plane I placed it under the front seat for take off but once we were in the air and it was possible, I carried it on my legs, the inside the obvious kennel, because it was very altered.
We stayed one night in a hotel in Ezeiza, where they accepted pets and the truth is that I was quite afraid of how he was going to adapt that night in the room, I prepared in the bathroom his bunk with pebbles that I took in my suitcase and his wet food in envelopes closed. When we entered the bathroom, he wanted to go out all over the room to investigate like this
that I left it and the three of us relaxed, Pelu slept in bed with us without any drama.
The next day the flight left at 2pm, so we left the hotel at 10am and until then time I fed him for the last time.
When we got to the airport, we went through SENASA again so that we could finish stamping and be able to check-in for the flight to Spain. We deliver suitcases and they only asked us for his papers and nothing more.
When we got on the plane, which was fortunately quite empty, I put him in the seat of the half looking at me, yes, wherever we went I tried to locate it in some way you can see me. For take off it was a bit the same story as in the previous flight, he began to stress a lot, and I know he could not, but I opened the kennel and he calmed down completely. Some hostesses came by, they saw us but they didn’t They said nothing because he was very calm the truth, he was sleeping on my legs, until that a stewardess came by and asked to keep it, but another came from behind her and said yes I know I was behaving well that it was fine like that, what he did suggest later is that I try to cover me with a blanket so that no one notices so we did, he traveled 90% of the flight on my legs lying down. Detail, I had it with a bib and strap by the you doubt all the time. I know that it is not normal for them to let the animal travel loose and I know I was very lucky with that so, if the bug is very VERY stressed as was it my case, you can consult, as long as it stays quiet with you.
So we arrived in Madrid, we had one more transfer, the last flight, which luckily, it was shorter. On that flight we also had a seat next to our empty one so I put it there in his kennel, adjusted with the seat belts. Thanks to universe, it was the calmest flight of all for him, he didn’t stress at all. Or he beat you tiredness or was already rotten again.
When we arrived at the department in Barcelona, I also thought of doing the recognition of the place progressively, but he again wanted to go out and investigate for himself, so he leave. With this I also think that you have to be careful and see what he wants the bug and pay close attention to it.
A month and a half after they were installed, it was time for the “definitive” move to another apartment. We moved by public transport, he was always inside his kennel and when he arrived it was the same history, he only wanted to go out to investigate the territory, at his time.
We have been in Spain for almost two months, we still have not made a passport European from him because we are waiting to stabilize (we and he fundamentally) and get him used to his new home. This is all a process that takes a LOT of patience and time … above all, to the times of the bug, and that I swear it’s worth it! 🙂
Thanks Lucía and Pelu!
Instagram: @_lurogel
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